Cualquier persona de corazón sincero y mente sana es
bienvenido a escribirme. Me gusta escuchar a las personas, y me beneficio de la
información y los enlaces que la hermandad me envía. También me beneficio de los
desafíos y las exhortaciones que me hacen, y en el pasado he respondido todos
los correos electrónicos que he recibido.
Sin embargo, estos días estoy muy ocupado, por decir lo
menos, y simplemente no puedo responder a todas las preguntas/réplicas/desafíos
y/o exhortaciones que recibo por correo electrónico.
He estado estudiando la Biblia desde 1989 y he estado
compartiendo, con creyentes e incrédulos, mis convicciones cristianas desde
entonces. Antes del e-mail, traté de responder a cada comunicación que incluía
lo arriba descrito, a menos que fuera simplemente una “bofetada” por haberme
atrevido a expresar mi opinión. Pero eso fue cuando para comunicarse con
alguien había que sentarse y escribir una carta y comprar un sobre y sello y
llevarla al correo y esperar por semanas una respuesta que a menudo no llegaba.
En 1999, la versión en germen de Todo el Consejo de Dios
(que en ese entonces llamé La Hora de la Prueba) se volvió activa y el correo
electrónico entró en juego. Desde entonces la cantidad de comunicación que recibo
ha aumentado drásticamente. Hoy en día cualquier persona puede lanzar un breve email
sin costo o esfuerzo—y sin consecuencias. Se ha vuelto casi imposible para
cristianos como yo responder la avalancha de comunicación que recibe a diario, ya
sea directa o indirectamente.
Es cierto que debo defender mi enseñanza cuando es
desafiada, pero vivimos en una “nueva era” tecnológica que ha cambiado todo, y
no hay vuelta atrás. Estamos, sin duda, al final de la era de la iglesia, y
Cristo se acerca!
El mismo año que me convertí (1989) me enrolé en un Instituto
Bíblico para estudiar en profundidad la Palabra de Dios y dedicarme al
ministerio. Abandoné poco tiempo después dicho instituto pero nunca he abandonado el
estudio sistemático personal de la Biblia. Dos veces más me enrolé en dos
institutos bíblicos que abandoné, respectivamente, uno después del otro. Entre medio, tomé al
menos cuatro cursos bíblicos internacionales por correspondencia. Todo esto mientras procuraba
ganarme la vida como traductor inglés-español, mantener un matrimonio puro y
criar a mi hijo en el temor del Señor. Nunca fui echado de una iglesia ni de
ninguno de esos institutos. Siempre recibí honores donde compartí mis
conocimientos bíblicos y ofertas para trabajar y seguir estudiando con ellos,
junto con la cuota exacta de crítica y menosprecio que emparejaba la balanza.
Pero mi consciencia no me permitió quedarme en ninguna de estas instituciones
eclesiásticas (a pesar de todas las oportunidades que les di), por las razones detalladas mayormente en CON
QUÉ AUTORIDAD INTERPRETO Y ENSEÑO LA BIBLIA y en LA IGLESIA NUEVOTESTAMENTARIA—aunque en realidad todo este blog ha sido construido con la finalidad de dar a conocer que no comulgo con la versión de la Cristiandad que hoy es popular, y por qué no lo hago (1 Pedro 3:15).
Los ataques personales que me acusan de “carnal”, “respirar orgullo y frustración, soberbia y desprecio por otros” sólo manifiestan la carnalidad de quienes los emiten. En este blog, el lector jamás encontrará “ataques personales” dirigidos contra algún cristiano, sino contra organismos y entidades que identificándose como cristianas, utilizan métodos mundanos para avanzar sus agendas políticas y económicas en el nombre de Cristo.
Los ataques personales que me acusan de “carnal”, “respirar orgullo y frustración, soberbia y desprecio por otros” sólo manifiestan la carnalidad de quienes los emiten. En este blog, el lector jamás encontrará “ataques personales” dirigidos contra algún cristiano, sino contra organismos y entidades que identificándose como cristianas, utilizan métodos mundanos para avanzar sus agendas políticas y económicas en el nombre de Cristo.
Por lo demás, el lector es invitado a tomar lo que le sirve
y a desechar lo que no: el Señor juzgará las intenciones tanto del que da tanto
como del que recibe.
Muchas personas se ofenden cuando envío un breve correo
electrónico de respuesta a sus preguntas/réplicas/desafíos y/o exhortaciones. (También
se ofenden si no respondo en absoluto.) Piensan que soy brusco porque no les
doy una respuesta “más amigable” o más larga, o porque expreso mis convicciones
cristianas sin pedirles disculpas por ofender sus tradiciones. La personas que
leen mis artículos creen me conocen por lo que yo le doy a conocer de mí en
este blog, y piensan que su opinión de mí es justa, tanto si lo que leen aquí
les agrada o no.
La verdad es que no soy el equivalente fundamentalista del “Hombre
que responde la Biblia” ni tampoco soy monedita de oro para gustarle a todo el
mundo.
He proporcionado una gran cantidad de información que está
disponible gratuitamente en mi blog. Hay literalmente cientos de artículos y una
docena de libros digitales gratuitos.
Las respuestas a un gran número de preguntas se pueden encontrar allí. No conozco otro blogger que regale más material
extensamente investigado y costosamente documentado que quien escribe estas
líneas. Este material, debo repetirlo, expresa mis convicciones bíblicas: las que
puedo defender con la Biblia abierta y citando nada más que la doctrina de
Cristo, los profetas y los apóstoles. Comprendo que esto desagrade a los “hijos
de esta generación mala y adúltera”, que forma parte de denominaciones,
tradiciones humanas, asociaciones económicas y ecuménicas en el nombre del que
no tuvo dónde recostar Su cabeza cuando estuvo aquí en la tierra, pero ¿debo
disculparme por ello?
Los materiales en este blog contienen las respuestas a la
mayoría de las preguntas que recibo.
Sinceramente deseo que pudiera ayudar a todos, pero la
realidad es que la Cristiandad actual está dividida en cientos de miles de
feudos, cada uno con su propio credo escrito o mantenido en secreto…No puedo
agradar a todos, ni me interesa hacerlo. Sólo me interesa agradar al Señor y
compartir lo que aprendo de Su Palabra con aquellos que tengan verdadero deseo
de ser como los bereanos (Hechos 17:11).
Los bereanos son aquellos cristianos cuya devoción se centra
sólo en lo que está escrito en la Biblia, independientemente de los ritos y
prácticas establecidas por varias iglesias y denominaciones. Es esperable, por
lo tanto que las afirmaciones de este bereano sean desafiadas por los teólogos
de otras creencias, que sostienen que debiéramos ser más “amistosos”, más “graciosos”,
menos “duros” en nuestros planteamientos. Pero estamos en los últimos días. Y
si nos vamos a equivocar, es preferible que lo hagamos por el lado de lo que la
Biblia claramente enseña, y no por el lado de lo que las tradiciones religiosas
de los hombres enseñan.
Lectores y visitantes del blog, siéntanse libres de escribirme,
pero entiendan que no van a recibir ningún tipo de respuesta de mi parte si de
lo que se trata es de atacarme en lo personal. Por otra parte, si usted
concuerda con lo planteado en este blog, no dude que le responderé a la
brevedad con el fin de establecer una relación significativa en la Fe.
Atentamente,
Héctor M. Riquelme
Blog Manager de
Todo el Consejo de Dios http://tcd-hector.blogspot.com
PS. Algo así como una versión en inglés de este artículo puede leerse aquí: thewholecounselofgod.blogspot.com, al final de la primera página, a continuación del subtitulo WHO AM I?